Recomiendo persistentemente que todo padre, especialmente aquellos con hijos menores a un año: viaje. Cuando quedé embarazada nunca estuvo bajo consideración dejar de viajar. Sin embargo, mi entorno lo consideró una locura. Así aprendí que en este mundo hay Padres Niño Céntricos, Padres Adulto Céntricos, y los que hacemos lo que podemos.

La mater/paternidad da lugar a que cualquiera se sienta con el derecho de emitir su opinión, independientemente si la has consultado o no. Amigas mías, de toda la vida y no tanto, mi familia, desconocidos, hasta el portero, todos tenían una necesidad imperiosa de “instruirte” sobre la mater/paternidad con frases como: “Se les terminaron los viajes”, “Están locos”; “ “y… ahora tienen que aflojar”; “Los chicos necesitan una rutina, con una viaje lo único que hacés es estresarlo quitándolo de su espacio, de su casa”; “Están locos”; “Pueden viajar, pero a un All Inclusive, donde todo está resuelto, nada de esos destinos exóticos que les gusta a ustedes”; “Y el colegio?, va a perder el año…”, “Hasta que la bebé no tenga todas las vacunas no se vayan a ningún lado”…,“Están locos.”, “Esperen unos años…” “Están locos”
Los no tan pro-niños, sino pro-adultos, dirían: “…viajar con chicos no son vacaciones”; “Volvés agotado.”; “Déjalos con los abuelos”. “Pueden viajar, pero a un All Inclusive, donde todo está resuelto…“ “Esperen unos años…” “Están locos”.
A esta discusión unilateral se sumaban comentarios (también miradas que todo lo dicen) como: “...pero cuánto te sale este viaje? Ahora que tenés chicos tenés que sentar cabeza…”
En fin, a mi criterio, eso y que te digan “sentate acá y mirá cómo se te pasa la vida”, era lo mismo. O peor aún: “sentante acá y enséñales a tus hijos que se sienten también a ver cómo se les pasa la vida”. Sería genial decir que no nos importó nada y que nos fuimos como si nada. Pero no fue así. Los consejos ajenos, cercanos o lejanos, importan. Más aún cuando sos padre primerizo.
En estos momentos, donde me encuentro perdida en un sinfín de dudas hay tres frases que me repito a mí misma, cuál mantras, y me permiten continuar con la planificación de mi próximo viaje: 1) Un bebé junto a su mamá, papá o referente no se estresa, siempre estará a gusto, donde sea que esté; 2) Bebés nacen en todas partes del mundo, inclusive en el destino al que planeás ir, y no sólo sobreviven sino que hasta pueden tener mejor calidad de vida. 3) Viajar educa y forma personas, no le quites a tus hijos esa oportunidad por miedos propios.

Casi podría afirmar que hay pocas cosas que se comparen con la experiencia de viajar en familia. Es abrirle el mundo a tus hijos, a nuevos idiomas, aromas y estímulos. Enseñarles a ser dinámicos, flexibles y sociales. A vivir experiencias que de ninguna otra manera podrían conocer. Que Sofi Jr. se haga amiga de 3 chicos coreanos y les cuente que a sus 9 años conoce su ciudad (Seúl), para nosotros es impagable. Que intercambie correo con una pareja de españoles que la invitan a ir visitarla cuando esté por su ciudad, es único.Y así, muchas cosas más, pues querido lector: viajar educa.
No obstante, viajar con niños implica también viajar seguros, con las precauciones que hay que tener. Organizados. Pues como ya se habrán dado cuenta, no soy una improvisada: leo, compruebo, me equivoco y mejoro.
En este espacio quiero compartir con ustedes mis consejos, probados, testeados y perfeccionados. Contarles sobre cómo viajar en avión con chicos sin morir en el intento; cómo no envejecer 60 años y caer en la angustia de las 4 paredes del all inclusive; cómo mantener las rutinas de baño y siesta durante un viaje; cómo mantener una alimentación saludable sin caer en los postrecitos de los supermercados; incluso, de qué manera acompañar el esparcimiento acorde a su edad sin caer en la tablet 24×7. Todo esto es posible sin perder la tan amada y ansiada categoría de: VIAJERO.
Ojalá mis consejos sirvan para cada vez seamos más familias viajeras por el mundo.
Que lindo todo lo que decís!!!! Cuanta verdad,
Vivir con ese pensamiento y poder realizarlo es tocar el cielo con las manos.
Los hijos tendrán el mejor recuerdo y les dejarán la mejor herencia de saber Vivir
Muchas gracias Luján! Eso intentamos ser felices, aunque no siempre es tarea fácil! Gracias por apoyarnos!